Ilustración vectorial que representa el espectro de la discapacidad según el modelo de Microsoft, incluyendo discapacidades permanentes, temporales y situacionales. La imagen promueve la accesibilidad al mostrar cómo cualquier persona puede enfrentar limitaciones en distintos contextos.

Accesibilidad web y SEO: la inversión que rompe barreras y multiplica tu alcance

La accesibilidad debe estar presente en todas las iniciativas que emprendamos como profesionales. No es casualidad que las leyes se estén endureciendo: garantizar el acceso a productos y servicios digitales para todas las personas ya no es una opción, sino un deber. En la Unión Europea, esta responsabilidad se refuerza con el Acta Europea de Accesibilidad, que entra en vigor el 29 de junio de 2025 y establece requisitos obligatorios para productos y servicios digitales, tanto públicos como privados.

En mi libro "SXO: Optimización de la experiencia de búsqueda con SEO y UX" dedico un capítulo entero a la accesibilidad, ya que considero que es un pilar fundamental para ofrecer una experiencia digital inclusiva y efectiva. Entender qué es y cómo afecta directamente a nuestro trabajo es imprescindible para crear proyectos que funcionen para todas las personas.

¿Quieres saber qué es la accesibilidad, cómo auditarla y cómo te afecta como profesional del SEO y del marketing digital? Entonces, sigue leyendo.

¿Qué es la accesibilidad?

La Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social (LGD) define la accesibilidad universal como "aquella condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios para que todas las personas puedan participar de manera autónoma y con las mismas oportunidades". En otras palabras, la accesibilidad digital asegura que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, pueda navegar por una web en igualdad de condiciones. No se trata solo de cumplir con la normativa o de optimizar resultados de negocio: hablamos de inclusión, de respeto y de dignidad. Diseñar una web accesible es apostar por una experiencia digital justa para todas las personas, sin excepciones.

Por qué debemos ir más allá del "user persona"

Cuando hablamos de accesibilidad, debemos ir más allá del concepto de "usuario ideal" o "user persona" que tanto nos gusta usar en marketing: "María, 23 años. Estudiante universitaria, le encanta el yoga y comprar ropa por internet". Este modelo, aunque pueda ser útil para segmentar, resulta peligrosamente simplista cuando hablamos de accesibilidad. ¿Por qué?

Simplifica la diversidad humana

Una persona con discapacidad visual puede ser también "María, 23 años", pero su experiencia de navegación rara vez se refleja en los perfiles de usuario que usamos para plantear estrategias de marketing. Las personas no son arquetipos estáticos: sus capacidades fluctúan por edad, contexto tecnológico o incluso por fatiga temporal.

Ignora las discapacidades situacionales

¿Incluye tu “user persona” al padre que navega con una mano mientras sostiene a su bebé recién nacido en brazos? ¿O al ejecutivo que revisa datos en su móvil en la calle bajo el sol? Estas limitaciones contextuales afectan a cualquier usuario, y es importante que las tengamos en cuenta.

Crea falsos promedios

El "usuario ideal" no existe. Según un estudio encargado por Microsoft a Forrester Research, el 57 % de los usuarios que utiliza un ordenador en Estados Unidos se beneficia del uso de las tecnologías accesibles. Sorprendentemente, un 32 % de quienes utilizan estas funciones no tiene ninguna discapacidad diagnosticada, lo que indica que la accesibilidad también ayuda a mejorar la experiencia de los usuarios sin discapacidades evidentes, como personas con discapacidades temporales o situacionales (las cuales definimos más adelante en este mismo artículo). Diseñar solo para el "caso típico" implica excluir sin querer a una gran parte de usuarios que necesitan o prefieren utilizar estas funcionalidades.

Es reactivo, no preventivo

Las "user personas" suelen basarse en usuarios que ya acceden al producto, lo que deja fuera a quienes enfrentan barreras. La accesibilidad exige diseñar pensando en quienes aún no pueden usarlo.

Por qué la accesibilidad importa: datos y oportunidades

Diseñar un sitio web accesible significa que cualquiera pueda navegar por él, entenderlo y utilizarlo, ya sea con un lector de pantalla, un teclado, una pantalla táctil o un asistente de voz. Y eso no solo es un gesto ético o una obligación legal: también es una estrategia inteligente. En la Unión Europea, más de 100 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad. Estamos hablando de uno de cada cuatro adultos. Y ya solo en España, hablamos de más de cuatro millones.

Si tu producto digital aspira a llegar al 1 % de la población europea, estamos hablando de un millón de personas con discapacidad potencialmente interesadas. Si 100.000 de ellas se convierten en clientes y pagan una suscripción de 9,99 € al mes por tu producto o servicio, estaríamos hablando de aproximadamente un millón de euros mensuales en ingresos. Los números hablan por sí solos. ¿Aún sigues pensando en que la accesibilidad es un lujo? ¿O quizá va siendo hora de empezar a tener este tipo de conversaciones con tus "stakeholders" si no lo estás haciendo ya?

El problema es que, a menudo, la accesibilidad sigue siendo vista como un "extra" y no como el derecho humano que realmente es. Pero más allá de ser una obligación ética y legal, es una inversión que aporta un retorno tangible. Eso sí: la accesibilidad no es una checklist que puedas completar en un día ni algo que puedas delegar por completo a una herramienta. Requiere compromiso, formación y colaboración continua entre diseño, desarrollo, contenido y estrategia. No hace falta ser un experto en accesibilidad para empezar: lo importante es incorporar la mirada inclusiva en tu día a día. Puedes empezar por auditar tu web con herramientas básicas, revisar los contrastes, añadir texto alternativo, etiquetar bien los botones y evitar barreras innecesarias. Y cuando el proyecto crezca, sí, será clave contar con el apoyo de especialistas en accesibilidad o incluso asesoría legal, pero lo más importante es que tú des el primer paso desde tu rol.

¿Qué es la discapacidad? ¿Es un sinónimo de "accesibilidad"?

Muchas veces se confunden los términos "discapacidad" y "accesibilidad", pero no significan lo mismo. La discapacidad hace referencia a una limitación funcional de la persona; la accesibilidad, en cambio, tiene que ver con cómo diseñamos entornos, productos y servicios para que esas limitaciones no se conviertan en barreras. Una persona con discapacidad puede desenvolverse con total independencia si el entorno, ya sea físico o digital, está bien diseñado. Por ejemplo, alguien que se desplaza en silla de ruedas puede moverse con autonomía en una oficina si esta cuenta con rampas, puertas automáticas y baños adaptados. Lo mismo ocurre con la ropa: según cómo esté diseñada, una prenda puede ayudarte a vestirte con autonomía o, al contrario, suponerte un impedimento. Por eso resulta especialmente positivo ver cómo algunas marcas están comenzando a integrar la accesibilidad en su diseño. Un buen ejemplo es Fred Perry, que recientemente ha lanzado una versión adaptativa de su icónico polo M3600. La prenda mantiene su diseño clásico, pero sustituye los botones por cierres magnéticos, lo que permite que pueda abrocharse con una sola mano:

Polo adaptativo de Fred Perry en estilo clásico, con cierres magnéticos en lugar de botones para facilitar el abrochado con una sola mano.

Del mismo modo, si una web está construida con buenas prácticas de accesibilidad, una persona con discapacidad visual, por ejemplo, podrá navegar por ella sin obstáculos usando un lector de pantalla.

En ambos casos, tanto en lo físico como en lo digital, la accesibilidad no elimina la discapacidad, pero sí que reduce su impacto en la vida diaria de las personas. Y eso, en última instancia, mejora la dignidad, la autonomía y la inclusión de todo el mundo.

¿Qué tipos de discapacidades existen?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica las discapacidades en diversas categorías: físicas, sensoriales, cognitivas, mentales y del desarrollo. Sin embargo, en el imaginario colectivo solemos pensar solo en condiciones permanentes como la ceguera o la sordera. Esa visión es solo la punta del iceberg. Es interesante destacar cómo lo aborda Microsoft, que plantea un enfoque mucho más amplio, y señala que la discapacidad también puede ser "una cuestión contextual, un desajuste entre la persona y su entorno". Según esta perspectiva, el espectro de la discapacidad es muy diverso, y las necesidades y preferencias de cada individuo varían. Además, destacan que "en algún momento, todos podemos experimentar algún tipo de discapacidad", y apuntan que ésta "puede afectar a aspectos como la visión, audición, movilidad, salud mental, neurodiversidad y el habla", y que puede ser "permanente, temporal o situacional".

Según la perspectiva de Microsoft, la discapacidad también puede referirse a situaciones pasajeras o específicas en las que una persona se encuentra en desventaja. Por ejemplo, cuando tenemos una conexión a internet lenta y estamos en medio de una reunión de trabajo que se corta, o cuando una migraña nos incapacita momentáneamente, lo que respondería a una discapacidad situacional o temporal. Microsoft aborda esta idea en su guía "Inclusive Design", que se centra en cómo las personas interactúan con la tecnología y el entorno en diferentes contextos. Su enfoque busca reconocer que todos podemos enfrentar algún tipo de discapacidad en distintos momentos, y que como profesionales debemos diseñar experiencias más accesibles y usables para todas las personas. Además, la compañía subraya la importancia de alinearse con los principios del diseño universal, cuyo objetivo es crear productos y entornos accesibles para la mayor cantidad de personas posible, sin importar su edad, capacidades o circunstancias.

Tipos de discapacidades según Microsoft

Según el modelo de Microsoft, las discapacidades se pueden clasificar en tres grupos:

Discapacidad permanente
  • Motriz: por ejemplo, una persona que ha perdido un brazo y enfrenta dificultades para realizar tareas que requieren el uso de ambas manos.
  • Visual: una persona ciega que no puede percibir el entorno a través de la vista.
  • Auditiva: una persona con sordera total o parcial que presenta una pérdida auditiva constante.
  • Comunicativa: alguien que presenta impedimentos para comunicarse verbalmente de manera permanente, como una persona muda.
Discapacidad temporal
  • Motriz: alguien con una fractura en un brazo que limita su movilidad durante un tiempo.
  • Visual: una persona con cataratas cuya visión mejora después de un tratamiento médico o cirugía.
  • Auditiva: alguien que sufre una infección de oído que afecta a su capacidad auditiva de forma temporal.
  • Comunicativa: una persona con laringitis que encuentra dificultades para hablar mientras dura la afección.
Discapacidad situacional
  • Motriz: una madre que tiene las manos ocupadas sosteniendo a un bebé, lo que limita su movilidad.
  • Visual: un conductor que se distrae o pierde la concentración, por ejemplo, al consultar un GPS.
  • Auditiva: un camarero que trabaja en un ambiente con mucho ruido y le cuesta escuchar a los clientes.
  • Comunicativa: alguien con un acento muy pronunciado que dificulta la comprensión en ciertos contextos.

Ilustración que muestra los tres tipos de discapacidad según el modelo de diseño inclusivo de Microsoft: permanente, temporal y situacional. El gráfico explica que cualquier persona puede experimentar limitaciones en diferentes momentos, resaltando la importancia de diseñar productos accesibles para todos

Cómo auditar la accesibilidad web: WCAG

Las Directrices de Accesibilidad para el Contenido Web ("Web Content Accessibility Guidelines", WCAG) son el estándar internacional para garantizar que los productos digitales sean accesibles para todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades. Desarrolladas por la Iniciativa de Accesibilidad Web (Web Accessibility Initiative, WAI) del W3C, estas directrices se estructuran en torno a cuatro principios fundamentales:

  • Perceptible: la información y los componentes de la interfaz de usuario deben presentarse de manera que los usuarios puedan percibirlos.
  • Operable: los componentes de la interfaz de usuario y la navegación deben ser operables.
  • Comprensible: la información y el funcionamiento de la interfaz de usuario deben ser comprensibles.
  • Robusto: el contenido debe ser lo suficientemente robusto para que una amplia variedad de agentes de usuario, incluidas las tecnologías de apoyo, puedan interpretarlo de manera fiable.

Cada principio se desglosa en directrices específicas, que a su vez se dividen en criterios de éxito medibles. Estos criterios se agrupan en tres niveles de conformidad:

  • Nivel A: Requisitos mínimos que deben cumplirse para evitar barreras significativas.
  • Nivel AA: Requisitos intermedios que abordan los problemas más comunes y afectan a una mayor parte de la población. Este es el nivel que, por norma general, se exige cumplir para garantizar una accesibilidad adecuada y legalmente reconocida en la mayoría de los países.
  • Nivel AAA: Requisitos óptimos que ofrecen la mejor experiencia posible para todos los usuarios.

La versión más reciente de las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG) es la 2.2, publicada oficialmente por el World Wide Web Consortium (W3C) el 5 de octubre de 2023. Esta actualización introduce nueve nuevos criterios que amplían y complementan los de versiones anteriores mejorando la accesibilidad para personas con discapacidades visuales, auditivas, motoras y cognitivas. Entre los nuevos criterios, algunos abordan específicamente las necesidades de los usuarios neurodivergentes, como aquellos con TDAH, autismo, dislexia o demencia. Por ejemplo, se añadieron criterios que requieren la opción de pausar, detener u ocultar el contenido en movimiento, permitir la modificación de límites de tiempo y proporcionar ayuda consistente en ubicaciones previsibles.

Es importante destacar que las WCAG 2.2 son la última versión de la serie 2.x. El grupo de trabajo de accesibilidad del W3C ha comenzado a centrarse en el desarrollo de las WCAG 3.0, que se espera que sea un estándar completamente nuevo con un sistema de conformidad diferente. Es probable que las futuras actualizaciones de la normativa europea consideren las futuras WCAG 3.0, ya que la accesibilidad digital es una prioridad en la legislación de la UE y, por lo tanto, es recomendable que las empresas, tanto públicas como privadas, se familiaricen con estas pautas y consideren su implementación para mejorar la accesibilidad de sus sitios web y aplicaciones, anticipándose a posibles cambios legislativos y mejorando la experiencia de todos los usuarios.

Acta Europea de Accesibilidad (EAA): ¿Qué es y por qué te afecta?

El 28 de junio de 2025 entra en vigor el Acta Europea de Accesibilidad ("European Accessibility Act" o EAA, por sus siglas en inglés), una directiva de la Unión Europea (2019/882) que establece requisitos obligatorios para productos y servicios digitales, tanto públicos como privados. Su objetivo es garantizar que las personas con discapacidades, pero también las personas mayores y otros grupos con limitaciones funcionales puedan acceder en igualdad de condiciones a una amplia gama de servicios y productos, incluyendo sitios web, aplicaciones móviles, plataformas de comercio electrónico, cajeros automáticos, servicios bancarios, transporte público y dispositivos electrónicos como smartphones, televisores y ebooks.

¿Qué implica el incumplimiento de la EAA?

El incumplimiento de la EAA puede acarrear sanciones considerables, que varían según el país miembro de la UE. Por ejemplo, en Irlanda, las multas pueden alcanzar hasta los 60.000 € y conllevar penas de prisión de hasta 18 meses. En Alemania, las sanciones por no cumplir con la EAA pueden llegar hasta los 500.000 €. Además de las multas, las empresas pueden enfrentarse a auditorías obligatorias, la retirada de productos o servicios del mercado y daños a su reputación.

Ámbito de aplicación

La EAA abarca una amplia gama de productos y servicios, incluyendo:

  • Plataformas de comercio electrónico.
  • Servicios bancarios y financieros.
  • Transporte público y servicios relacionados (por ejemplo, sitios web, aplicaciones móviles, servicios de billetes).
  • Dispositivos electrónicos como smartphones, tabletas, televisores y lectores electrónicos.
  • Terminales de autoservicio y cajeros automáticos.
  • Servicios de telecomunicaciones y medios audiovisuales.
  • Servicios de emergencia y asistencia telefónica, como el 112.

Es importante destacar que la EAA no se limita al sector público; también se aplica al sector privado, especialmente en sectores clave como el comercio electrónico, la banca y el transporte. Además, esta normativa afecta no solo a los países miembros de la Unión Europea, sino también a todas las empresas y organizaciones que operan dentro del territorio de la UE, independientemente de su país de origen. Esto significa que cualquier entidad que ofrezca productos o servicios digitales accesibles a usuarios en la Unión Europea debe cumplir con los requisitos establecidos por la EAA.

¿Qué se espera de las empresas?

Para cumplir con la EAA, las empresas deben:

  • Adoptar las Directrices de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG) 2.1, nivel AA, como estándar mínimo para la accesibilidad digital.
  • Desarrollar y mantener una declaración de accesibilidad pública que detalle el cumplimiento de la EAA y los mecanismos para informar sobre problemas de accesibilidad.
  • Implementar mecanismos de feedback para que los usuarios puedan informar sobre las barreras de accesibilidad que detecten.
  • Realizar auditorías periódicas de accesibilidad y documentar los esfuerzos de cumplimiento.
  • Asegurar que los servicios de atención al cliente, como los sistemas telefónicos y formularios en línea, sean accesibles para personas con discapacidad.
  • Garantizar que los documentos digitales, como los contratos y facturas, puedan ser legibles a través de las tecnologías de asistencia.

¿Cómo empezar?

Para prepararte para la EAA, considera los siguientes pasos:

    • Auditoría de accesibilidad: realiza una evaluación exhaustiva de tus activos digitales para identificar y corregir problemas de accesibilidad.
    • Formación del equipo: capacita a diseñadores, desarrolladores y creadores de contenido en las WCAG y en los requisitos de la EAA.
    • Implementación de políticas internas: establece estándares y procedimientos para integrar la accesibilidad en todas las etapas del diseño y desarrollo.
      Monitoreo continuo: implementa herramientas de monitoreo para asegurar el cumplimiento continuo y realizar ajustes según sea necesario.

Otras legislaciones relevantes

¿Sabías que la EAA no es la única ley de accesibilidad que deberíamos tener en el radar? Si trabajas con productos digitales que se usan fuera de la UE (o si simplemente quieres hacerlo bien), es importante conocer otras normativas clave como el ADA en Estados Unidos o el Equality Act en el Reino Unido. Aunque la EAA ha establecido un marco legal obligatorio en Europa, otros países ya tienen marcos legales establecidos y en activo desde hace años.

En Estados Unidos, la Americans with Disabilities Act (ADA) se aplica también al entorno digital. A pesar de que no especifica los estándares técnicos, los tribunales han establecido que el incumplimiento de las WCAG puede considerarse una infracción. Solo en 2023 se presentaron más de 4.600 demandas relacionadas con accesibilidad web. Además, existen leyes federales como la Section 508 (que obliga a las agencias públicas y contratistas del gobierno a cumplir con las WCAG) y la Section 504, que extiende la accesibilidad a entidades que reciben fondos federales. Algunos estados, como California, han aprobado leyes propias con criterios más estrictos y sanciones específicas.

En el Reino Unido, el Equality Act 2010 prohíbe la discriminación digital, y desde 2018, las entidades públicas están obligadas por ley a garantizar que sus sitios web y apps sean accesibles. Deben cumplir con las WCAG, publicar una declaración de accesibilidad visible y mantener los canales abiertos para que los usuarios puedan informar de problemas. El incumplimiento puede derivar en multas y acciones legales, además de afectar a la reputación de cada empresa o institución.

Si tu producto tiene usuarios en otros países fuera de la Unión Europea, no solo conviene cumplir con la EAA: también es clave entender las exigencias legales de cada mercado.

Herramientas y recursos para verificar la accesibilidad web

Aunque lo ideal es contar con expertos en accesibilidad y un equipo legal para garantizar una implementación óptima, todos podemos comenzar a dar pasos para hacer que nuestros productos digitales y servicios sean más accesibles. Realizar pruebas y usar las herramientas adecuadas desde etapas iniciales ayuda a identificar barreras y mejorar la experiencia para todos.

Pruebas manuales con usuarios

Las pruebas con usuarios son fundamentales para detectar obstáculos de accesibilidad que las herramientas automáticas no siempre captan. Algunas prácticas recomendadas son:

  • Navegación solo con teclado: usa el tabulador (la tecla Tab) para avanzar entre elementos interactivos y Shift + Tab para retroceder. Así se simula la experiencia de usuarios que no pueden usar ratón.
  • Uso de lectores de pantalla: activa un lector como NVDA o VoiceOver en dispositivos Apple y realiza tareas comunes para entender cómo se percibe el contenido leído en voz alta.
  • Pruebas en diferentes dispositivos y navegadores: comprueba que el sitio funcione correctamente en diversas plataformas y configuraciones, incluidos los dispositivos móviles y navegadores con ajustes de accesibilidad.
  • Involucrar a personas con discapacidades: invita a usuarios con distintas discapacidades en fases tempranas del diseño y desarrollo. Si no sabes dónde encontrarlos, puedes contactar con ONGs, colegios o grupos de apoyo, incluso a través de comunidades en Facebook, Reddit u otras redes sociales.

Herramientas de evaluación

Las herramientas son un buen complemento para detectar problemas comunes. Algunas de las más útiles que podemos utilizar son las siguientes:

  • WAVE (Web Accessibility Evaluation Tool): herramienta online que analiza páginas web y marca errores y advertencias directamente sobre el contenido, usando iconos y resaltados para facilitar su identificación. También está disponible como extensión para Chrome (WAVE Evaluation Tool).Auditoría de accesibilidad realizada con WAVE.
  • Sitebulb: Herramienta SEO muy versátil que suelo recomendar para todo tipo de auditorías y análisis. Permite realizar auditorías detalladas de accesibilidad a gran escala. Se puede configurar para evaluar conforme a diferentes estándares WCAG, ideal para proyectos complejos o con muchas páginas.
    Auditoría de accesibilidad realizada con Sitebulb.
  • Screaming Frog: Desde su versión 21.0, ofrece la posibilidad de realizar auditorías de accesibilidad basadas en las reglas AXE, ideal para analizar sitios web grandes con múltiples páginas. Ofrece puntuaciones por página según las WCAG.
  • Mozilla Firefox: incluye herramientas de accesibilidad integradas en el navegador. Para usarlas, haz clic derecho en una página y selecciona "Inspeccionar". En el panel que aparece, elige la pestaña "Accesibilidad". Desde ahí, el desplegable "Comprobar problemas" analiza aspectos como contraste, etiquetas y elementos clicables. Además, el desplegable "Simular" permite ver cómo visualizaría la página una persona con diferentes tipos de daltonismo, como protanopia o acromatopsia.
    Auditoría de accesibilidad realizada con Mozilla Firefox.
  • Google Chrome: Chrome también incorpora una herramienta de accesibilidad dentro de sus herramientas de desarrollo. Para acceder, haz clic derecho en la página y selecciona "Inspeccionar", luego ve a la pestaña "Lighthouse". Allí puedes ejecutar un análisis que incluye rendimiento, buenas prácticas, SEO y accesibilidad. Al completar, muestra una puntuación y recomendaciones para mejorar la accesibilidad.

Extensiones y complementos útiles

Además de las herramientas de escritorio o navegador, existen extensiones para Chrome y plugins específicos para CMS como WordPress que facilitan la evaluación de la accesibilidad en tiempo real. Estos complementos permiten simular experiencias de usuarios con discapacidad, detectar errores y aplicar mejoras directamente sobre el contenido.

  • axe DevTools - Web Accessibility Testing: una vez instalada, añade una pestaña en las herramientas de desarrollador del navegador (DevTools), desde la cual se puede ejecutar un análisis de accesibilidad. La herramienta resalta los errores directamente en el DOM, explica por qué son problemáticos y ofrece recomendaciones para corregirlos según las WCAG.
  • Colorblindly: simula hasta ocho tipos distintos de daltonismo. Es especialmente útil para comprobar cómo ven la interfaz los usuarios con deficiencias visuales, como protanopia (sin rojo), deuteranopia (sin verde) o acromatopsia (sin color). Así, se puede adaptar el diseño visual de la web para garantizar una mejor experiencia de uso para todos los perfiles.
  • WordPress Accessibility Checker: plugin para WordPress que permite escanear el contenido mientras se edita. Funciona de forma similar a WAVE, pero integrado directamente en el editor de WordPress, lo que permite identificar y solucionar errores en tiempo real. También ofrece la opción de generar informes de accesibilidad a gran escala, abarcando múltiples páginas y entradas del sitio.

Widgets y plugins de accesibilidad: por qué no son la solución

Seguramente habrás visto en más de un sitio web esos botones que activan herramientas de accesibilidad, como ajustes de tamaño de fuente, contraste o lectura en voz alta. Estos widgets o plugins parecen una solución rápida y sencilla para adaptar el diseño a diferentes necesidades y cumplir con ciertos requisitos. Sin embargo, estos elementos no son más que parches superficiales. La accesibilidad real va mucho más allá de modificar aspectos visuales o añadir un plugin: crear un sitio web verdaderamente accesible implica diseñar desde el principio pensando en todos los usuarios, incluidos quienes usan tecnologías asistivas o tienen alguna limitación.

Existe la falsa creencia de que estos widgets garantizan el cumplimiento de los estándares de accesibilidad, pero la realidad es que no es así. Un verdadero cumplimiento exige revisar a fondo la estructura del sitio y asegurar que el contenido sea claro y comprensible para todo el mundo. ¿Puede un widget, por ejemplo, adaptar el lenguaje para hacerlo más accesible? No, eso requiere un trabajo mucho más profundo. Estas herramientas prometen mucho, pero en la práctica ofrecen poco y no sustituyen el esfuerzo necesario para construir una experiencia digital accesible de verdad. Como responsables de sitios web, SEOs y diseñadores, debemos ir más allá de las soluciones superficiales y asegurarnos de que la accesibilidad esté integrada desde el diseño inicial, sin depender de parches que no solucionan el problema de raíz.

Recomendaciones de SXO esenciales para mejorar la accesibilidad

Aunque la accesibilidad digital es un campo amplio y en constante evolución, existen algunas prácticas básicas que cualquier profesional de SEO y UX debería aplicar desde el principio. No son las únicas, ni mucho menos, pero representan un buen punto de partida para conseguir que tu trabajo sea más inclusivo. Y si te interesa profundizar más, en mi libro, "SXO: Optimización de la experiencia de búsqueda con SEO y UX", dedico todo un capítulo a estas cuestiones, con ejemplos prácticos y recomendaciones más avanzadas:

  • Usa un lenguaje claro y directo: evita la jerga innecesaria. Un lenguaje sencillo mejora la comprensión para todo el mundo, incluidas las personas con dificultades cognitivas o de lectura. Además, facilita que los buscadores entiendan mejor el contenido. Si necesitas usar términos técnicos o complejos, enlaza a su definición. Y si tienes contenido propio que los explica en profundidad, mejor todavía; así mejoras el enlazado interno, estructuras mejor tu sitio y ofreces una experiencia más completa al usuario.
  • Evita las metáforas complejas: las metáforas pueden sonar creativas, pero muchas veces dificultan la comprensión, sobre todo para personas que usan lectores de pantalla o traducen el texto automáticamente. Cuanto más claro y universal sea el mensaje, mejor.
  • Estructura clara con headings y listas: organizar el contenido con subtítulos jerárquicos y listas facilita la navegación. Esto es clave para usuarios que navegan con teclado o utilizan tecnologías de asistencia.
  • Asegura un buen contraste de color: los textos deben destacarse claramente del fondo para que sean legibles por personas con baja visión o daltonismo. No te fíes solo del diseño visual: comprueba el contraste con herramientas como Contrast Checker de WebAIM.
  • Evita bloques densos de texto: los párrafos largos pueden ser una barrera para muchas personas. Divide el contenido en fragmentos más manejables para facilitar la lectura, la retención de la información y la navegación escaneable.
  • Apuesta por un diseño responsive: tu contenido debe adaptarse correctamente a todos los tamaños de pantalla. Un diseño responsive no solo mejora la accesibilidad técnica, también favorece la experiencia del usuario y es clave para el SEO.
  • No dependas solo del color para comunicar: si usas el color para señalar un estado (por ejemplo, que una persona está conectada en un chat), acompáñalo de un texto ("online"). Así garantizas que la información llegue a todos los usuarios, independientemente de su percepción del color.

Buenas prácticas para una auditoría de accesibilidad web efectiva

Para realizar una auditoría de accesibilidad web efectiva, considera las siguientes recomendaciones:

  • Realiza auditorías periódicas: la accesibilidad no es un objetivo único; debe ser parte del ciclo continuo de desarrollo y mantenimiento de un sitio web.
  • Documenta y comunica los hallazgos: llevar un registro claro y estructurado de los problemas detectados y sus soluciones facilita el seguimiento y la colaboración con los equipos de desarrollo y diseño.
  • Prioriza los problemas según su impacto: no todos los problemas de accesibilidad tienen el mismo nivel de gravedad. Prioriza aquellos que afectan más a los usuarios.
  • Incluye evaluación manual y automática: combina el uso de herramientas con revisiones manuales para detectar problemas que las máquinas no captan, como el sentido del contenido o el orden lógico de navegación.
  • Involucra a usuarios reales: las herramientas son útiles, pero las pruebas con usuarios reales proporcionan información mucho más valiosa sobre la experiencia de accesibilidad de tu página web.
  • Considera la accesibilidad en dispositivos móviles: no olvides que muchos usuarios acceden desde móviles y tablets, y la experiencia accesible debe garantizarse en todos los dispositivos.
  • Mantente actualizado: las directrices de accesibilidad y las mejores prácticas evolucionan y seguirán haciéndolo. Mantente informado sobre las últimas actualizaciones de las WCAG y otras normativas relevantes.

Conclusiones finales

La accesibilidad web no es solo seguir una lista de buenas prácticas, sino un compromiso constante para crear experiencias que realmente funcionen para el máximo número de personas. No se trata únicamente de SEO, negocio o cumplir con la ley; es, sobre todo, una cuestión de respeto. Diseñar con accesibilidad significa reconocer que cada usuario importa, sin importar sus limitaciones físicas, cognitivas o tecnológicas. No es solo un reto técnico, sino una responsabilidad ética. La accesibilidad digital es un derecho humano, y hacer que nuestros sitios sean accesibles es una forma concreta de promover la inclusión. Por eso, más que una tarea puntual, la accesibilidad debe estar integrada en cada decisión que tomemos sobre diseño, contenido y desarrollo.

Sara Fernández Carmona
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